El gran mitin de la esperanza fue el rótulo con que Unidad Nacional (UN) convocó anoche a su parcialidad y esa fue justamente la palabra que con más frecuencia salió de la boca de su candidata Lourdes Flores en la Avenida de la Peruanidad.Y si una frase se empeñó en machacar una y otra vez en los tres cuartos de hora que duró su último discurso de campaña, tal fue la de que ella y su equipo están "para ofrecer al Perú un norte claro, un camino cierto y un destino seguro".Flores prefirió dejar el combate y la confrontación que tiñeron los últimos mítines, aunque la alusión fue inequívoca en aquella arenga de "no entregar la patria a aventureros e improvisados ni a repetir los viejos fracasos de política económica y social que solo trajeron más hambre y desesperación y menos ilusión".La postulante de UN se dirigió, más bien, a los distintos segmentos ciudadanos e instó "a que nadie se sienta al margen, porque hacer un Perú más fuerte y solidario es tarea de todos".