Carlos Michelsen es un economista peruano que desde hace más de 25 años mide la confianza de los consumidores en el Perú. Y por ello, se jacta, en el buen sentido de la palabra, de realizar la más antigua encuesta económica del país. Una que --según él-- puede anticipar la evolución del consumo nacional. Y el último de sus estudios no es precisamente alentador.En ese sentido, la última medición del Índice de Actitudes del Consumidor Peruano (IAC), realizada a lo largo del primer trimestre del año, resultó de lo más reveladora frente a la incertidumbre generada por la coyuntura electoral. De acuerdo con los resultados, el índice, que refleja el grado de optimismo o pesimismo de los consumidores, cayó 4,4 puntos respecto de la medición anterior, hecha en el último trimestre del 2005. "El índice bajó a 82,8 frente al pico de 87,2 puntos registrado en el último trimestre del 2005, borrando todo el avance registrado en ese entonces", señala el reporte de Michelsen Consulting. Y es que desde el segundo trimestre del 2005 el IAC venía en franca recuperación, de la mano con la percepción de que la situación económica del país mejoraba, a pesar de que la situación del país a largo plazo (y que dependía de las elecciones presidenciales) ya comenzaba a mostrarse como el elemento de mayor incertidumbre para los consumidores locales.