Uno de los ejes centrales de cualquier plan de gobierno está referido a los ingresos fiscales, que sirven para financiar las actividades del Estado. La labor de recaudación a cargo de la Sunat cumple un papel muy importante en ello, toda vez que es responsable del 69% de esos ingresos, le corresponde 15% a endeudamiento público y 16% a otros ingresos (tasas, contribuciones a fondos, ingresos de capital, etc.). En la actual coyuntura electoral, algunos alegan que hay sectores económicos que no tributan lo que deberían, lo que nos afecta a todos. ¿Qué está pasando con la recaudación? Con más de 40% de informalidad en la economía y, por consiguiente, de actividades al margen de la legalidad que no pagan sus impuestos, ¿es baja nuestra presión tributaria o, por el contrario, es una presión extrema para quienes sí contribuyen? ¿Cómo podemos saber si las propuestas electorales de mejoras en la recaudación son adecuadas o si Sunat está haciendo verdaderamente una buena labor?Pagar impuestos no es algo grato, pues implica desprendernos de parte de nuestros ingresos para entregárselos al Estado, un aparato estatal percibido aun mayoritariamente como burocrático, ineficiente y muchas veces corrupto. Según el último Latinobarómetro, somos el país de la región donde más personas consideran que no se hace un buen uso de los recursos públicos. No obstante ello, para vivir en sociedad y forjar un desarrollo compartido como nación, requerimos carreteras, justicia, seguridad, negociaciones internacionales, defensa de la competencia en el mercado y, sobre todo, educación y salud básicas para todos. Todo esto se financia con nuestros impuestos. Por eso, una cultura de pago de impuestos es parte de nuestra responsabilidad ciudadana. Sunat hace bien en exigirnos el pago de impuestos, pero una cultura tributaria no solo se genera por temor a la sanción sino por convicción, lo que requiere información, mucha de la cual hoy no disponemos.Por ejemplo, no tenemos manera de saber si la Sunat está siendo eficiente. La Sunat debe mejorar sus mecanismos de transparencia a través de su portal institucional; debe agilizar la atención de solicitudes de acceso a la información y debe ser más precisa en los datos sobre el Impuesto a la Renta, considerando 'lo efectivamente pagado' por las diversas actividades económicas y no solo lo descontado a lo largo del año.La transparencia en los ingresos que recauda el fisco fortalece al Estado y le brinda legitimidad para cobrar. La información nos ayuda a diferenciar el discurso politiquero del discurso técnico y saber si nos dicen la verdad sobre el pago de impuestos de tal o cual sector. La transparencia empodera al ciudadano y reduce la incertidumbre y la suspicacia. Por eso, necesitamos más transparencia en los ingresos fiscales y una actitud más proactiva de la Sunat a favor de ella, señala Beatriz Boza.