Cuando todo apuntaba a que no podía irnos peor, siempre queda nuestra izquierda antiminera para recordarnos que, en efecto, puede ser peor. Ayer, el enfrentamiento en Las Bambas cobró la vida de "hasta el cierre de esta edición" dos personas y probablemente se perdería la inversión de US$10,000 millones que significa el proyecto.Antes de que me acusen de macartista, revisemos las organizaciones y los actores detrás de esta "protesta": Ronald Bello (Tierra y Libertad); Oscar Mollohuanca (Tierra y Libertad); Wilfredo Saavedra (ex MRTA), entre otros grupos (miembros del Movadef, etnocaceristas y ex PUM, por ejemplo). Distintos partes de Inteligencia han confirmado reuniones de coordinación entre estos tres personajes desde el año pasado.Hace pocos días, en la reunión minera Perumin, el líder político de Tierra y Libertad, Marco Arana, ratificó sus ideales antiextractivistas. Al final, uno puede creer lo que quiera; el problema es cuando quieren imponer sus creencias a la fuerza, confrontando al Estado, a las leyes y a las instituciones.Pero, aunque parezca, el problema no es el Sr. Arana y sus huestes; el problema central es que nuestros gobernantes (ayer Alan García y hoy Ollanta Humala) no tienen ideas frente a sus acciones. No tienen ideas, estrategias, operadores… nada de nada. Y, en ese desbalance de recursos, los peruanos perdemos inversiones multimillonarias como las de Cerro Quilish, Conga, Tía María y, ahora, Las Bambas. Con dichas pérdidas anulamos puestos de trabajo, impuestos, regalías y todo el larguísimo listado de beneficios. El líder Arana y su gente quieren imponernos su visión posextractivista, y lo está logrando. Sin pasar del 1% en intención de voto, ojo. Pero mientras avanza ese tranvía antiminero, tendrán las palancas para hacer política y conseguir recursos en el extranjero. A las empresas se les exigen, hoy, más de 200 trámites; ahora, ya saben que ni con eso. La solución no pasa por las famosas "mesas", pues tras decenas de estas se sigue en el mismo punto.La solución, en estos casos, pasa necesariamente por que el gobierno actúe, con inteligencia, recursos, operadores y la ley, por supuesto. Pero, claro, para eso necesitamos primero que exista un gobierno, señala el director del diario Peru21, Juan José Garrido.