En el mitin con mayor asistencia de gente en lo que va de su campaña, con casi diez mil personas, Lourdes Flores hizo notorio su cambio de estrategia: no tuvo reparos en atacar con dureza y sin contemplaciones a Alan García y a Ollanta Humala, sus principales rivales en la contienda electoral. Aparentemente, ha dejado de ser la candidata a Palacio que aguantaba el golpe y las espadas, que apenas se animaba a responder, ante la prensa y sus militantes, los insultos de sus antagonistas. Del candidato de UPP dijo que jugaba un doble juego, pues siempre "que su padre habla barbaridades, nunca sabe nada. Habla su hermano Antauro de amenazas y otros hechos violentos y tampoco sabe nada. Habla su madre de fusilamientos, pero se voltea y no pasa nada". Y lejos de soltarlo, sostuvo que el viaje a Chile de uno de sus colaboradores financieros, el empresario Salomón Lerner Ghitis, responde a intereses oscuros que el pueblo del Perú debe conocer.