La incertidumbre generada por la modificación legislativa implementada por el Congreso para facilitar la adjudicación del lote 192 a Petro-Perú puede afectar la percepción que tienen los inversionistas internacionales y traer consecuencias trágicas y muy duras para un sector que necesita a gritos inversión.Según Daniel Saba, profesor e investigador de Centrum Católica y ex presidente de Perú-Petro,lo ideal sería esperar que la canadiense Pacific abandone el lote en el 2017 y enseguida lanzar una licitación para seleccionar un nuevo operador. "Se podría poner como condición que Petro-Perú participe con el 15%, inclusive con condiciones más favorables, pero eso habría que ponerlo por escrito para que todo el mundo sepa a qué atenerse, porque lo que se está haciendo ahora asusta", señaló. Para el ex presidente de Perú-Petro, la empresa no tiene la capacidad financiera para operar un lote como el 192, que tiene reservas probadas de 140 millones de barriles y otros 70 millones como reservas probables. Según explicó, para explotar esas reservas (probadas y probables) y para encontrar otras nuevas se necesita mucha inversión.