Southern anunció su nueva estrategia de socialización del proyecto Tía María, y la inversión de 100 millones de soles -sin condiciones, ha dicho- en la zona.¿Será esto suficiente para sacar adelante Tía María?, es difícil saberlo. En buena parte de la población todavía existe desconfianza, temor, duda o resentimiento. A esto se suma la acción de los dirigentes opositores al proyecto. Con el correr de los días veremos si el trabajo puerta por puerta y la "lluvia de millones" dan frutos y vencen la resistencia, o si es un nuevo intento que se frustra.¿Por qué demoró tanto la empresa, o por qué se resistió -no lo sabemos- a darse cuenta de que tenía que mirar a su alrededor, reconocer que tenía que relacionarse abierta y transparentemente con la población para ganarse su confianza, precisamente para evitar la desconfianza o la manipulación? Han sido años, y en ese tiempo muchos se han perjudicado, y muchos no se han beneficiado.Hasta fines del siglo pasado los factores más importantes para sacar adelante un proyecto de envergadura eran el financiero y el laboral. Quienes tenían asegurado el financiamiento y una buena relación con los sindicatos, no tenían de qué preocuparse. Solo la falta de dinero y/o una huelga de sus trabajadores paraban o demoraban los proyectos.Pero desde hace algunas décadas las cosas han cambiado. Y parece que algunas empresas y algunos altos ejecutivos -incluso en las nuevas generaciones- todavía no se han dado cuenta. La falta de visión, la soberbia y la autosuficiencia les ganan.Hoy, muchas empresas tienen todos los millones que necesitan -y más- para financiar sus proyectos; el mejor diseño y tecnología; los mejores ingenieros y trabajadores; millonario marketing; influencia política; fuerza policial y hasta militar. Pero no pueden sacar adelante sus proyectos. Aunque los gobiernos se la jueguen por ellos. A veces torpemente como el actual. Lo financiero y lo laboral -aunque siguen siendo lo más importante- ya no son, necesariamente, lo determinante. Lo ambiental y lo social, por separado o en conjunto, pueden llegar a serlo ahora. Sea para el desarrollo o el costo del proyecto. Darse cuenta de esto tarde, puede generar como consecuencia gastar más y, seguramente, mal. Para terminar haciendo lo que se quiso evitar, a un precio mucho más caro.Hacer bien el trabajo ambiental y social desde el comienzo, no solo va a asegurar el éxito de la inversión, sino también la generación de confianza, piedra angular de la sostenibilidad en todos sus aspectos.Por eso, no se entiende cómo en esta época muchos -incluso dentro de las mismas empresas, y no solo en las mineras- menosprecian el trabajo ambiental y/o social. Sin este, podría no haber proyecto. Y después de desencuentros, movilizaciones y violencia, podrían tener que recoger sus pasos, gastar mucho más dinero y tiempo tocando puertas, y ofreciendo cientos de millones, sin condición, señala el periodista Enrique Castillo Paredes.