PRESIDENTE ¿TIENE USTED OTRA NACIONALIDAD?
2 de septiembre de 2015

El 18 de enero del 2013 la señora Elena Tasso de Humala, madre del presidente de la República, Ollanta Humala Tasso, recibió su pasaporte italiano de manos del cónsul de Italia en el Perú. El documento que le reconoce a la señora Tasso de Humala la nacionalidad italiana es el número YA2903486 y tiene vigencia hasta el 17 de enero del 2023. Durante años, la madre del presidente, nieta de italianos afincados en el Perú, pugnó por obtener la nacionalidad italiana; su interés radicaba en las facilidades que esta les podía otorgar a sus hijos, todos facultados ahora para obtenerla, para viajar y estudiar en Europa. Acreditar su filiación italiana no fue cosa sencilla aunque a la señora Tasso la asistía el derecho de sangre; solo la obtuvo cuando el más destacado de sus descendientes estuvo instalado en el poder. La condición ha sido legítimamente aprovechada por algunos de los hijos de la señora Tasso, y por los hijos de sus hijos también. El presidente Ollanta Humala ¿tiene otra nacionalidad? Bien podría solicitarla, y no solo para él, también para su esposa y sus hijos. El reconocimiento de la ciudadanía italiana a los descendientes de ciudadanos italianos lo ampara. Una nacionalidad reconoce derechos civiles y políticos y por lo tanto protege a sus nacionales; pero en este caso se trata del presidente del Perú. El Tratado de Extradición celebrado entre los gobiernos de las repúblicas del Perú y de Italia, data de marzo de 1997, y en su artículo 5 dice que la extradición puede ser denegada "si a la fecha de recepción de la solicitud la persona reclamada es ciudadana de la parte requerida".La nacionalidad otorga ciudadanía, y esta se concreta con la obtención de una cédula de residencia que se consigue fijando un domicilio, en cualquier Estado Schengen, con solo seis meses de anticipación -una solicitud de extradición demora mucho más tiempo en presentarse-. Así es que si la pareja presidencial lo deseara podría establecerse en cualquier país de la Comunidad Europea, Francia, por ejemplo, y no regresar si ese fuera su deseo. La pregunta entonces, aunque insolente, se hace necesaria: ¿Ha tramitado, señor presidente Ollanta Humala, para usted y su familia, la nacionalidad italiana, tal como lo han hecho varios de sus hermanos? ¿Usted, su esposa y sus hijos tienen ya emitida la cé- dula de ciudadanía italiana, pero han dejado la emisión de sus pasaportes para más adelante? El pasaporte es un documento de tránsito, lo que confirma la nacionalidad es la cédula de ciudadanía: ¿Niega usted haberla tramitado?Ni el consulado ni la Embajada de Italia en Lima nos responderán estas preguntas a los periodistas; tampoco lo harían si fuera el Congreso quien se las planteara, su reglamento lo impide. El único que puede responder es el presidente Ollanta Humala. La experiencia con la nacionalidad japonesa de Alberto Fujimori está muy reciente. En esa ocasión, hasta la oposición en el Parlamento le dio la espalda a la investigación periodística que ofrecía indicios suficientes y razonables. Cuando las papas quemaron, el entonces presidente huyó refugiado en su nacionalidad japonesa y hasta postuló al Senado de ese país. Que la historia no se repita: La situación legal de la esposa del presidente Ollanta Humala, beneficiaria también de la nacionalidad italiana por matrimonio, es en estos momentos sumamente complicada, señala la periodista Cecilia Valenzuela.