Los abundantes problemas sociales y ambientales generados en torno a la minería estarían pasando su factura. Al menos, eso es lo que se deduce de un reciente estudio que reveló una abismal diferencia entre nuestra riqueza mineral y las preferencias de los inversionistas por nuestro país.En el estudio, elaborado por el instituto canadiense Fraser, el Perú ocupa hoy el primer lugar entre 64 países del mundo en potencial minero puro, escalando seis posiciones con respecto al año pasado. Pero en el índice de inversiones mineras, el Perú ocupa la posición número 43, pues la regulación en temas tributarios, ambientales y sociales, así como las restricciones al acceso de los terrenos superficiales, ahuyentarían la inversión.En contraste, de acuerdo al estudio, la riqueza minera chilena no es tan apreciada como la peruana, pero su marco regulatorio hace de esa plaza la más valorada por los empresarios a la hora de decidir dónde invertir. El estudio se basó en una encuesta hecha a 322 compañías sobre el potencial minero de 64 países.El informe midió también el impacto del clima político en la percepción de los inversionistas. Según este índice, compuesto principalmente por factores como la incertidumbre de la administración local y la estabilidad política, el Perú pasó de ocupar el puesto 39 al 44 en solo un año. En este índice, Chile ocupa la posición número cuatro.