EL PELIGRO DE LA INTOLERANCIA POLÍTICA
29 de marzo de 2006

Casi todos coincidimos en la importancia y trascendencia del actual proceso electoral. Sin embargo, hay candidatos presidenciales y al Congreso que insisten en prácticas de confrontación y de inusitada violencia verbal y física, lo que finalmente revela un comportamiento político intolerante que rebaja notoriamente la calidad de la campaña electoral en curso.El reciente exabrupto del ahora ex vocero humalista Daniel Abugattas se inscribe en este contexto, habiendo pasado de insultar de manera soez a la primera dama a desafiar la autoridad del presidente. Y yendo más allá, al hacer acusaciones no acompañadas del debido sustento, por ejemplo sobre una eventual intervención de Karp en las relaciones del Perú con el Medio Oriente.La reacción del candidato Humala ha sido hasta ahora poco convincente. Se anuncia que Abugattas no será más vocero del partido, pero es evidente que continuaría dentro del mismo y en un puesto prominente en la lista parlamentaria. Y si a esto se suman los escándalos previos (de supuesto intento de asesinato de un líder de UPP por un correligionario, las pedradas a contricantes de Unidad Nacional y, entre otras cosas, la falta de firmeza para deslindar posiciones respecto de declaraciones racistas y extremistas de parientes cercanos) estaríamos ante una organización que no tiene una línea doctrinaria y ética firmes, que promueve la intolerancia y solo reacciona a la zaga de las apetencias de su electorado, como payasos de circo.La ocasión es propicia para reiterar el llamado a la cordura, a la coherencia y al sentido común. Es lamentable que por tener que comentar estos temas adjetivos, perdamos de vista la prioridad de los programas de gobiernos, que deberían ser el punto central de debate de la campaña. Alentemos un voto proactivo y positivo y no un simple ejercicio emocional y de protesta que, por sí solo, no lleva a nada práctico ni constructivo. Por supuesto que, en tal contexto, hay que exigir deslindes claros, pero paralelamente debemos promover el debate racional de ideas y propuestas para afrontar los problemas y sacar adelante el país.