Hace casi un año, el Gobierno y la empresa brasileña Vale Do Rio Doce firmaron el contrato para la explotación de los fosfatos de Bayóvar, en Sechura. En aquella ocasión todos pensaban que el desarrollo llegaría con rapidez, pero la realidad es otra. Si bien es cierto se avanza en el estudio de factibilidad del citado proyecto, aún hay lentitud en la distribución del dinero que la compañía entregó a la comunidad campesina de Sechura (dueña de las tierras por explotar) y a las autoridades locales y regionales.Según los representantes de la Fundación Comunal San Martín de Sechura y del grupo que maneja el fideicomiso, el principal problema al que se enfrentaron fue la serie de trámites burocráticos para el reconocimiento de sus instituciones."Desde agosto presentamos los documentos de institucionalización. Con la Sunat hemos visto el tema de recepción de donaciones y la exoneración del Impuesto a la Renta. También hemos tenido que inscribir a nuestra institución en el Consejo de Vigilancia de Fundaciones que, en un primer momento, observó los estatutos. Estamos a la espera del número de registro que nos acredita. Es un largo trámite burocrático que hemos tenido que superar", explicó el gerente de la Fundación Comunal San Martín de Sechura, Carlos Palacios. (Edición domingo).