VIENTOS DE CAMBIO EN EL SECTOR ELÉCTRICO CHILENO
23 de junio de 2015

Hay vientos de cambio en el sector energético de Chile.Se viene impulsando mucha mayor regulación de costos a los servicios públicos, en particular al sector de gas natural, donde se han detectado algunas imperfecciones de mercado en las tarifas que se cobran. También es motivo de la presente entrega la ya aprobada incursión de la Empresa Estatal de Petróleo (ENAP) en el ámbito de la generación eléctrica. ENAP tuvo un papel estratégico en el impulso al GNL y tiene importante participación en el negocio en el terminal de Quintero. Está impulsando un tercer regasificador en el sur-centro del país y viene haciendo inversiones para masificar el gas natural en el país a través de gasoductos, mini GNL y redes de distribución. Estas tareas, solo una década atrás eran impensables en el desarrollo del modelo económico y energético chileno. A febrero del 2015, el 60% de la energía generada en Chile estaba concentrada en tres empresas privadas, que ciertamente ejercen dominio sobre el mercado eléctrico. Ante esta realidad y algunos desentendimientos con el sector privado, el Gobierno ha decidido que ENAP ahora sea un jugador más en la generación eléctrica. La estrategia es que la oferta se incremente con ingreso de nueva capacidad de generación, incluyendo a ENAP, que podrá asociarse o actuar por sí sola y/o actuar allí donde el sector privado no lo desee y se tenga rentabilidad. Un nuevo rol estratégico.Esta decisión ha abierto un intenso debate en Chile. Muchas críticas se han hecho desde el sector privado y también desde algunos sectores políticos.Se cuestiona y pone en duda los favoritismos y privilegios que pueda recibir ENAP de parte del Gobierno y de las instituciones, en particular para aprobar estudios y estructurar y financiar proyectos. Desde el otro lado, se argumenta que ENAP será un jugador más, que introducirá competencia en el mercado y que no tendrá acceso a favoritismos.Es posible evidenciar que Chile está poco a poco girando su política energética hacia un modelo más latinoamericano, donde debe haber mayor regulación y las empresas estatales pueden jugar roles estratégicos y competir al mismo tiempo, muy al estilo del exitoso modelo colombiano. Eso sí, las empresas estatales para fortalecerlas, estructurarlas y hacerlas sostenibles en el largo plazo se las debe blindar lo más posible del poder político y tornarlas competitivas, tecnológicas, permitirles que se internacionalizarse, coticen en bolsa, etc. Solo así podrán tornarse estratégicas y contribuir al desarrollo de nuestros países. Caso contrario, Gabo tendrá razón, y asistiremos a la "Crónica de una muerte anunciada". Lo acontecido con Petrobras es solo una muestra, señala Álvaro Ríos Roca, socio director de gas Energy y Drillinginfo.

  • [Gestión,Pág. 20]
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