FALLECIÓ HUBERT LANSSIERS
24 de marzo de 2006

Alguna vez dijo que la justicia era el gran amor de su vida y que su ocupación favorita era luchar contra los molinos de viento. Quiso morir de pie y lo hizo. Hubert Lanssiers, sacerdote de origen belga, ferviente defensor de los derechos humanos, falleció ayer, pero dejó una imborrable huella en el Perú.El padre Lanssiers, quien vivió en nuestro país desde el año 1960, empezó a asistir a las personas privadas de la libertad desde los primeros años de la década del 70, e integró la comisión ad hoc que presidió el defensor del Pueblo y que se encargó de recomendar los indultos al presidente de la República entre los años 1996 y 1999.Sufrió en carne propia las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial -los nazis fusilaron a todos los familiares de su madre- y, en el Perú, conoció de cerca la guerra interna que desató Sendero Luminoso.