AREQUIPA Y MINERÍA
10 de junio de 2015

Poca atención se le ha dado a la importancia de la minería para Arequipa en la pausa del proyecto minero Tía María.Fue inicialmente con lo que fue la mina de plata más grande del mundo, Cerro Rico de Potosí (literalmente fue una montaña de plata), la cual tuvo un enorme impacto global en los siglos XVI y XVII, lo que impulsó a Arequipa como parte del circuito logístico de exportación de la plata.El desarrollo de la actividad minera durante la Colonia giró en torno al mercurio de las minas de los yacimientos de Santa Bárbara, en Huancavelica, y la plata de Potosí, cuya explotación requería precisamente del mercurio para el proceso de amalgamiento. La producción de mercurio de Huancavelica fue demandada en su totalidad por Potosí. Para trasladar el mineral se establecieron dos rutas: Huancavelica, Arequipa, La Paz, y Potosí, por tierra; y una segunda ruta que unía Huancavelica, Arequipa y el puerto de Chincha.A nivel regional, la ruta de la plata también tuvo impactos fuertes por el alto excedente generado,parte del cual se gastó en la economía local, dinamizándola.Los empresarios arequipeños brindaron servicios y bienes para la ruta de la plata, como el servicio de arreaje, que fue el transporte terrestre de la época usando mulas y camélidos; en sí misma una industria que conectó el comercio en todo el sur del continente.Surgieron cadenas productivas ligadas a la ganadería, al aguardiente de uva, agricultura de pan llevar y la textil. Parte del excedente comercial fue canalizado a financiar iglesias y obras de arte que hoy día sustentan buena parte de los servicios de turismo y hospedaje de la región.El desarrollo de la minería como actividad directa en Arequipa enfrentó problemas de competitividad.A fines del siglo XVIII, un conjunto de agricultores y comerciantes constituyeron la Sociedad Mineralógica, para desarrollar las minas de la región.Si bien se desarrolló la mina Huantajaya, considerada la tercera mina más importante del país, los problemas de falta de accesibilidad y de mano de obra, y de suministros, hicieron que redujera su producción fuertemente. La Sociedad Mineralógica intentó operar minas de oro, plata y de otros metales de la región. Sin embargo, las restricciones que enfrentó limitaron a la empresa y tuvo que paralizar.A partir de las últimas décadas se empezaron a superar losproblemas de competitividad y mejoró el entorno para la inversión, y se han concretado proyectos mineros como los de Cerro Verde, Arcata, Esperanza, Orcopampa , entre otros. La minería en Arequipa creció a una tasa promedio anual de 15% en el periodo 2001-2012. La minería ha aportado positivas economías de aglomeración para la región y la ciudad de Arequipa, en términos de generar un clúster minero y de facilitar inversiones sociales.Así, por ejemplo, el transporte de carga de los minerales permite que otros productos de la región sean más competitivos debido a que la minería hace viable la infraestructura de transporte terrestre y la portuaria, reduciendo los costos para otros productos.Todo ello ha contribuido no solo a que la minería represente para Arequipa un 9% del PBI regional; sino también a que la economía arequipeña sea más diversificada que el promedio nacional, al tener una participación relativa más alta en agricultura, ganadería, industria y comercio.No hay razón para dudar de que los casi US$ 10,000 millones en proyectos mineros en gestación de la región como Tía María, Pampa del Pongo, Zafranal, y la ampliación de Cerro Verde, no seguirán aportando significativamente al desarrollo regional, señala Geoffrey Cannock, socio, Apoyo Consultoría.

  • [Gestión,Pág. 21]
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