LAS BAMBAS, NUEVA CRÓNICA
8 de junio de 2015

La Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad (ONDS) de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) anuncia que las operaciones del proyecto minero Las Bambas (Apurímac) iniciarán sus actividades en enero del 2016 gracias al ritmo responsable y dinámico que han tomado los arreglos institucionales y el proceso de diálogo para la licencia social.Las Bambas es actualmente el más grande proyecto minero en el Perú a cargo de la empresa MMG Limited, subsidiaria de China Minmetals. La inversión que requiere para la construcción y puesta en marcha del proyecto de cobre Las Bambas fue recalculada el año pasado, situándose en US$ 10 mil millones, 65% más, frente al estimado inicialmente.Ya en servicio, tendrá una producción de más de 450 mil toneladas de cobre al año. Las obras para poner en operaciones el proyecto han entrado a su fase final generando ya 17 mil empleos directos. En su fase de operaciones ocupará de forma permanente a 4 mil trabajadores. El diálogo entre el gobierno y las comunidades ha sido provechoso. En febrero pasado se dio inicio al diálogo con 33 comunidades de la zona de influencia del proyecto, en el distrito Challhuahuacho, en la provincia de Cotabambas (Apurímac), luego del paro realizado el 11 de ese mes. Las demandas de las comunidades, una agenda de 30 puntos, fueron tratadas en cuatro mesas de diálogo: infraestructura productiva y social, agricultura, minería y ambiente, y responsabilidad social. Esta última, que implica un diálogo directo entre la comunidad y la empresa, es la que falta culminar sus propósitos.La dinámica de trabajo ha dado resultados, centrada en contactos directos y en muchos casos entre los viceministros de varios sectores. Entre lo pendiente se encuentra la demanda de las comunidades para que la empresa cumpla con los acuerdos asumidos por su antecesora, Xstrata Glencore, es decir, que cese la contaminación del río Challhuahuacho y un aporte del 10% de las utilidades para un fondo social. En la lógica de lo actuado es muy probable que se arribe pronto a un acuerdo.Lo que está sucediendo en Las Bambas es una buena noticia que pone sobre la mesa nuevamente una experiencia colaborativa entre la empresa y la comunidad. El eje de los avances hasta ahora positivos es la actitud proactiva del Estado y la puesta en práctica de un modelo de gestión de conflictos en el que las agencias públicas no se parcializan con una parte. Este modelo no es nuevo, ya pudo ser observado en Quellaveco (Moquegua) un exitoso acuerdo cerrado luego de un largo proceso de negociación, con 16 mesas de diálogo y la presencia constructiva de cuatro actores: la comunidad, la empresa, el gobierno nacional y el gobierno regional.En relación con Las Bambas no todo ha concluido, pero el único tramo que falta recorrer indica que las cosas pueden tener otro discurso y otra crónica. Es cierto que en lo que viene el Estado no puede desentenderse del diálogo, como lo hizo en Tía María, porque además de lo señalado, Apurímac necesita acometer un período de paz social alterada por el incremento de la inseguridad ciudadana.