Lima continuará asfixiándose en su contaminación por cuatro años más. La ley publicada ayer en "El Peruano", que regula el contenido de azufre en el combustible diésel (petróleo), ratifica los dilatados plazos planteados en el decreto supremo emitido el año pasado: las refinerías están obligadas a comercializar combustibles limpios (con no más de 50 partes por millón de azufre: ppm) recién a partir del 1 de enero del 2010.Mientras tanto, ese 70% del parque automotor petrolero que circula por todo el país continuará comprando combustible sucio y emitiendo dióxido de azufre por encima de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).La ley no solo avala cuatro años más de emisiones tóxicas. En uno de sus artículos, advierte, además, que el Ministerio de Energía y Minas (MEM) queda facultado para establecer las zonas del interior del país donde podrán autorizar la venta de petróleo con mayor contenido de azufre. Conclusión: la ley garantiza la venta de combustibles limpios en Lima, pero permite que los más sucios sean vendidos en otras ciudades del interior del país.Para Patricia Iturregui, jefa de la Unidad de Cambio Climático del Consejo Nacional del Ambiente (Conam) "en el reglamento se debe garantizar que no se vendan los combustibles sucios en ninguna parte del país", señaló. Y es que este artículo atenta contra la salud y excluye a las ciudades del interior del país de contar con un aire menos contaminado.