"No entiendo las críticas que actualmente se realizan al nuevo reglamento sobre Ofertas Públicas de Adquisición de Acciones (OPA), que entra en vigencia el próximo 3 de mayo", comenta Paul Castritius, especialista en fusiones y adquisiciones del Estudio Rodrigo, Elías & Medrano. Y es que --de acuerdo con el abogado--, si bien pueden encontrarse algunos defectos técnicos en la norma, en términos generales esta no introduce cambios dramáticos.En ese sentido, Castritius va más allá y precisa cuáles serían, a su juicio, los dos defectos que tendría la norma. El primero, indicó el abogado, sería la indeterminación sobre el mecanismo que se aplicaría durante el período de transición. "Si antes de la entrada en vigencia del nuevo reglamento, alguien toma el control de una empresa, qué norma usaría para elaborar su OPA. Hay que definirlo", explicó.El segundo defecto, comenta, sería el vinculado al plazo que tiene quien, básicamente tras una adquisición indirecta (al comprar un activo, obtiene otro que no necesariamente quiere), opta por vender su participación y, por tanto, no realizar una OPA.