Al llegar a Lima, después de su exitosa gira en Iquitos, Valentín Paniagua se reunió con su estado mayor de campaña en las oficinas que tiene en Jesús María. Se trataba de examinar las reformas a ejecutar en el relanzamiento de campaña, en el brevísimo plazo que disponen.Pensé, al verlos, que en esa reunión faltaba Tom Cruise. Porque parecía a primera vista una misión imposible rescatar en dos semanas y media una campaña de la resbaladera continua que la llevó a descender en pocos meses del primero a un lejano cuarto puesto que amenazaba convertirse en quinto y de ahí en "otros" y de ahí en nada. Pero ¡qué misión imposible tan interesante! Porque Paniagua ha perdido intención de voto, pero no apoyo potencial.