El proyecto minero Tía María es muy importante para el Perú. Entiendo que la explotación de dos yacimientos de cobre que este contempla ha sido concebida por la empresa Southern como una alternativa de fortalecimiento y consolidación de la agricultura local. El proyecto minero demandará una inversión de aproximadamente US$ 1,400 millones, y creará más de 3,000 empleos. Dentro de la fuerte corriente antiextractiva, una serie de personas, muchas ajenas a la zona, pretenden convencer a la población de que el proyecto impedirá que se continúe desarrollando la actividad agrícola, muy importante en la zona. Esto es falso: mientras la actividad extractiva cumpla las normas ambientales, ambas actividades pueden convivir. Me viene a la mente el proyecto de oro de Tambo Grande que la empresa canadiense Manhattan intentó desarrollar en Piura hace unos diez años. Este fue frustrado por argumentos similares propiciados por una poderosa ONG internacional antiminera y una empresa de comunicaciones local que convenció a los pobladores de la zona, principalmente dedicados al desarrollo de cítricos, que no podrían convivir ambas actividades. Recuerdo bien la famosa frase "ya no tendfremos cebiche porque no habrá limón". Hubo incluso un referéndum -organizado por aquella ONG y aquella empresa de comunicaciones - que arrojó que más del 99% de la población se oponía al proyecto. Este último no se llevó a cabo. Hoy existe en esa zona minería ilegal sin ningún tipo de control ambiental. De acuerdo con la Constitución, los recursos naturales son de la nación. Por ello, los propietarios superficiales no tienen derechos sobre el subsuelo. Eso explica que sea el Estado quien da los contratos de vigencia minera. El tan utilizado concepto de licencia social, por otro lado, no existe en nuestro régimen jurídico.Por su parte, el Convenio 169 de la OIT estableció la necesidad de llevar a cabo los estudios de impacto ambiental (EIA). En el marco de estos estudios no solo se mide el impacto ambiental que pueda ocasionar cualquier proyecto, sino que también se desarrollan talleres y audiencias públicas informativas para la población de las zonas potencialmente afectadas. Pero hay que tener en cuenta que el Convenio 169 establece claramente que los EIA no requieren ser aprobados por la población. Volviendo a Tía María, aquí se presentó un EIA en el 2009. Este, al ser revisado por un organismo de las Naciones Unidas, resultó con 138 observaciones. Estas últimas fueron subsanadas por la empresa.El nuevo EIA fue aprobado.La principal objeción fue que se dejaría sin agua a la actividad agrícola. La empresa accedió a hacer una inversión para desalinizar el agua de mar por el proceso de ósmosis inversa. Es también falso que se contaminen las aguas subterráneas, ya que se utilizará un proceso de lixiviación. No queremos otro Conga. Y de hecho son los mismos antimineros que se han movilizado a Tía María, y parece que lo único que quieren es paralizar la economía a través de la violencia. También es inaceptable que un ministro de Estado diga que si el proyecto no se da no afectará el crecimiento del PBI de este año. ¿No sabe que en la etapa de construcción se generan miles de puestos de trabajo e inversiones importantes?. En el Perú es indispensable reforzar la institucionalidad y dejar de lado el clima de desconfianza para seguir atrayendo la inversión privada.Restablecer la relación agro-minería en este proyecto sería un buen paso en ese sentido. Y también es crítico restablecer el Estado de derecho y la estabilidad jurídica. Debemos ser conscientes de que para resolver los problemas de desempleo, pobreza, violencia, inseguridad y carencia de servicios básicos necesitamos más inversión rpivada y así crear más riqueza. No necesitamos más gasto corriente en burocracia. Todos los ciudadanos debemos rechazar las acciones subversivas y pedir que se sancione a sus promotores. Hay que sobreponer al mensaje del miedo el de la esperanza. Los violentos son una minoría que no representa una opción de desarrollo para nadie, afirmó Carlos del Solar Simpson, expresidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía.