Wilfredo Pedraza, jefe del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), admitió que firmó un acta con los cabecillas de Sendero Luminoso (SL) en la Base Naval del Callao en el 2002, pero aclaró que de ninguna manera se trató de un pacto para dar mejoras carcelarias a los terroristas. En ese sentido, recordó que en su condición de defensor adjunto para Asuntos Penitenciarios acudió a la Base Naval para dialogar con Abimael Guzmán y otros cabecillas terroristas en su afán por resolver una huelga de hambre de 800 subversivos que se prolongó por 31 días."No se negoció nada porque no teníamos facultad para conceder algo. Fuimos para exigir que se levante la huelga", expresó. Pedraza recordó que en el acta que firmó se dejó constancia del levantamiento de la huelga de hambre después de 31 días, así como del compromiso de la Defensoría del Pueblo de transmitir las inquietudes de los terroristas a las autoridades correspondientes.