El seguimiento que se realiza desde el Estado al proyecto del Gasoducto Sur Peruano (GSP) -que construye el consorcio integrado por Odebrecht y Enagás- no está siguiendo el buen ejemplo que significó el monitoreo con participación privada al gasoducto de Camisea, observó el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal.Se refería al monitoreo a la operación de Camisea que realiza el Panel Asesor Independiente sobre Asuntos de Desarrollo en el Sur-Centro del Perú, que se constituyó para asesorar al Eximbank -cofinancista de ese proyecto- sobre los impactos ambientales y sociales de esa iniciativa.El ministro explicó que si bien las entidades públicas a las que les corresponde hacer un seguimiento al GSP, como el caso del Sernanp (que depende del Minam), están haciendo su trabajo, el concepto de monitoreo es mucho más amplio."Estamos en una situación distinta, lamentablemente. Si hablamos del ejemplo de Camisea, con todo lo que significó, con otros actores no públicos, eso (un monitoreo con participación privada) no está ocurriendo", observó.Añadió que debería existir esa participación privada, porque permite establecer líneas de base más sólidas, y de esa forma contribuir a mejorar los proyectos.