A pesar de que operan en un mercado con un potencial de crecimiento muy importante a corto plazo, los empresarios que se dedican a los vuelos interregionales -vale decir, a la conexión directa entre provincias del interior del país- tienen ante sí un serio problema para su despegue: el suministro de combustible para sus naves.Se trata de la gasolina de aviación 100 LL, utilizada por aviones de motor o bimotor a pistón con una capacidad que puede alcanzar hasta los 20 pasajeros. La cuestión es que solo hay cinco lugares en todo el país donde abastecerse: Pisco, Lima y Trujillo, en la costa, y Yurimaguas y Pucallpa, en la selva. Así, este déficit limita el desarrollo de vuelos interregionales, pues con tan poco abastecimiento los hace inviables."Estas son las naves ideales para conectar el interior, sobre todo entre provincias de sierra y selva. Al ser pequeñas, no tienen que lidiar con el aún bajo número de pasajeros en estas rutas [lo que desanima a las aerolíneas grandes], ni con las condiciones de los aeropuertos, pues se adecúan muy bien a toda clase de terreno. ¿Pero cómo pueden operar sin combustible? No se puede desarrollar este mercado con esa piedra en el zapato", explica César Castillo, socio propietario del aeródromo Alas del Mar, ubicado en el balneario limeño de Santa María.