La Amazonía peruana está a punto de recibir una estocada mortal debido a la deforestación, la contaminación petrolera y la minería ilegal que contamina ríos, lagos y lagunas.Los más afectados por esta situación son 25,000 nativos de comunidades indígenas asentadas en las cuencas de los ríos Tigre, Corrientes, Chambira y Marañón, quienes están sentenciados a muerte por la contaminación de sus aguas debido a constantes derrames de hidrocarburos.Así lo denunció la excongresista Nery Salinas Dávila, defensora de las comunidades nativas y del medio ambiente, quien relató a EXPRESO cómo la Amazonia se ha lotizado para la exploración y explotación de recursos naturales como los hidrocarburos, los bosques, el oro y la coca."Las comunidades indígenas ni siquiera conocen que sus territorios comunales o tradicionales son objetos de subasta, hipoteca o contratos amañados desde Lima entre el Estado y las empresas transnacionales", afirmó Salinas. (Edición sábado).