La exigencia del Frente de Defensa Ambiental de Pichanaki para que se paralicen proyectos hidroeléctricos es una bandera que enarbolan, es un pretexto. Están exagerando los efectos ambientales que estas inversiones tendrían sobre la vida y la economía. Es un pretexto y un absurdo detener estas centrales hidroeléctricas, que evitan que se tenga que poner a funcionar plantas térmicas (que operan a gas o diésel) que emiten gases de efecto invernadero, señala Carlos Herrera, exministro de Energía y Minas.Más bien, el país debería sacar el mayor provecho posible de las hidroeléctricas que se sitúan en la selva, porque la demanda por energía va a seguir creciendo, y si no se usan esas centrales, se van a tener que poner en marcha plantas de generación con gas o petróleo, que son recursos no renovables, anotó..