La economía nacional se ha desacelerado respecto al de-sempeño mostrado en años previos; el débil crecimiento del 2014, que se espera cercano a 2.5%, es una clara evidencia de esto. En el 2015, el cambio de gestión en los gobiernos regionales, la caída del precio del cobre y los posibles cambios en la política monetaria de la Fed aún provocan dudas respecto a la eficacia del plan reactivador del Gobierno y el despegue de la economía.Uno de los sectores más ligados al desempeño económico nacional es el eléctrico, a pesar de solo representar aproximadamente 1.4% del PBI nacional.Eventos como la caída en la producción minera e industrial, el retraso de proyectos mineros y la disminución de las compras de electrodomésticos en los hogares impactan negativamente en el crecimiento de la demanda eléctrica y, por lo tanto, en los resultados del sector. En el 2014, de acuerdo a estimaciones de Macroconsult, la demanda eléctrica de usuarios finales habría crecido 4.4%, resultado menor al promedio anual de la última década -aproximadamente 6.9%. Si descontamos la demanda de la mina Toromocho, cuya operación se inició a principios del 2014, el crecimiento habría sido tan solo 2.8%, valor que refleja mejor el desempeño económico del año. Considerando que diversas instituciones esperaban que la demanda crecería cerca de 11% en el 2014, es evidente que las proyecciones de los agentes del sector en años previos fueron muy optimistas. El reciente ajuste a la baja en las proyecciones de crecimiento económico nacional para los próximos años y el nuevo panorama en el sector minero amerita preguntarnos si seguimos siendo muy optimistas respecto al crecimiento de un sector cuya expansión requiere de planificación de mediano plazo y al que le es prácticamente imposible realizar ajustes de corto plazo en su oferta. Actualmente la oferta de generación eléctrica cuenta con un plan de obras que agregaría cerca de 4,000 MW en los próximos tres años, lo cual implica que nos podríamos enfrentar a un escenario de exceso de oferta de generación eficiente -hidroeléctrica y a gas natural- en el futuro cercano. Esta situación ya se refleja en los contratos libres firmados entre generadoras y usuarios industriales en el último año, los cuales han obtenido precios a nivel de generación en promedio 15% menores a los pagados por usuarios que firmaron contratos en años previos. Ante este escenario, es claro que para los usuarios eléctricos se presenta una coyuntura propicia para la renegociación de contratos vigentes y la contratación de demanda futura con los diversos suministradores del mercado, para lo cual es recomendable buscar asesoramiento experto. El sector por su parte debe promover la concreción de los proyectos de interconexión con otros países, ante la posibilidad de acceder a mercados para los cuales la generación nacional cuenta con ventajas comparativas, como el chileno, señala Diego Díaz pastor, analista económico de Macroconsult.