Acostumbrado a desautorizar a ministros sin que nadie le enmiende la plana, al embajador del Perú en España, Fernando Olivera Vega, no le gustó en lo más mínimo que el presidente del Consejo de Ministros, Carlos Ferrero, aclarará ante la opinión pública cuál es su verdadera posición en el Gobierno, en el cual -según el premier- el líder del FIM no tiene ninguna injerencia en las decisiones de Estado."Yo trato con el presidente de la República, de presidente de partido a presidente de partido. No tengo que rendirle cuentas a nadie más", fue su escueta declaración a la prensa, y luego advirtió que no caería en provocaciones para enfrentarse con Ferrero. No obstante, fiel a su estilo, Olivera no dudó en enviarle al primer ministro un mensaje implícito, al recordarle que su agrupación, el FIM, lo apoyó votando, la noche del miércoles, en contra de la interpelación.