La inexorable caída del precio del petróleo (hoy a la mitad de su valor respecto a junio del 2014) tendrá un fuerte impacto en la exploración de hidrocarburos y también en las operaciones con escaso margen de rentabilidad, como los pozos maduros de Talara o varios de crudo pesado en la selva norte. "La exploración se va a retraer. Ya estaba en mala situación, pero se pondrá peor porque las empresas buscarán solo aquellos yacimientos donde el riesgo sea mínimo", explica Carlos Gonzales, especialista en hidrocarburos.