En medio de la crisis por la quinta rotura del ducto de Camisea, medio mundo se preguntaba ayer dónde estaba el ministro de Energía y Minas, Glodomiro Sánchez, que no daba la cara para explicar el tema. La respuesta en el ministerio era muy esquiva, pero al final se supo que el titular de la cartera se encontraba en Canadá, visitando minas por una invitación de empresas de ese país con operaciones en el Perú.De igual modo, el viceministro de Energía, Juan Miguel Cayo, se hallaba de gira asistiendo a un foro energético internacional en Washington. La única cara visible en el ministerio para absolver las dudas de la prensa era el director de Hidrocarburos, Gustavo Navarro, quien luego de visitar la zona afectada declaró a cuanto medio solicitó información respecto de la última rotura. Ante la exigencia de soluciones por parte de la opinión pública, un grupo de técnicos empezó a estudiar nuevos mecanismos para que Transportadora de Gas del Perú (TGP) sea más rigurosa en la reparación de la tubería, que ha sufrido cinco incidentes en menos de año y medio de operaciones.En ese sentido, informó que evalúan exigir a la concesionaria del transporte de Camisea que presente cartas-fianza para las zonas sensibles que tendría el ducto.