E l Gobierno del presidente Humala acaba de anunciar una serie de medidas de política económica destinadas a reactivar la economía vía la estimulación del gasto privado -empresas y personas- y del gasto público.Saludo el reconocimiento, algo tardío, en el diagnóstico de que la aguda desaceleración que está viviendo la economía no es causada en lo principal por factores de oferta sino que tiene un fuerte componente de demanda, es decir, déficit de demanda que había que enfrentar. En lo que sigue voy a analizar los probables efectos de corto plazo del aumento en el gasto público y de la reducción de impuestos a la renta del sector privado. Para ello, utilizaré la teoría de la restricción presupuestaria y la experiencia de la política fiscal en los países de la eurozona y EE.UU. El Gobierno está aumentando el gasto fiscal. Importa mucho el destino de ese gasto y si es exógeno o no. En lo fundamental, el aumento del gasto se irá a gasto corriente (aguinaldos, por ejemplo). La experiencia reciente demuestra claramente que para tener fuertes efectos expansivos sobre la demanda agregada interna el mayor gasto debería ir a inversión en infraestructura; existen estimados del FMI sobre que el multiplicador de ese gasto puede llegar a 3. En cambio el multiplicador del gasto corriente tiende a :1. Por otro lado, se han bajado impuestos a las utilidades de las empresas que reinviertan y subido el impuesto a los dividendos. Claramente, lo que se busca es cambiar las rentabilidades relativas de la inversión frente al consumo. Considero innecesario el aumento del impuesto a los dividendos ya que con abaratar la inversión se hacía relativamente más costoso repartir dividendos. También se redujo el impuesto a la renta de las personas naturales. Ceteris paribus, una parte del sector privado va a tener más dinero para gastar pero el Gobierno va a tener menos. En este punto importarán las diferencias en propensiones marginales a gastar. Por lo que lo que verdaderamente importa para saber si el impacto va a ser mayúsculo o no es cómo se financiará el déficit resultante. El Gobierno ha estimado un déficit de alrededor de 2% del PBI y ha anunciado que lo financiará con venta de bonos al sector privado nacional. ¿Será importante el impacto sobre la economía?Con la reducción de impuestos aquellos del sector privado que pagan impuestos tendrán un mayor ingreso disponible; con lo que se espera provocar una expansión fuerte de su gasto. Pero el Gobierno, al pedir prestado a otro segmento del sector privado (inversionistas), está reduciendo la oferta de fondos prestables y presionando la tasa de interés. Ceteris paribus con la política monetaria, ello ocasionará que los que pagan impuestos tendrán más ingreso disponible, pero los que prestan al Gobierno tendrán menos recursos a su disposición, además de presionar al alza a la tasa de interés y afectar negativamente sus posibilidades de inversión. De haber un efecto neto tendrá que ser el derivado del alza en la tasa de interés y sus consecuencias en los diferentes mercados de la economía.Por ello, recomiendo al Gobierno financiar el déficit, en lo principal, con los recursos que tiene depositados en el Banco Central. En el corto plazo, funcionaría como una mezcla de política fiscal y monetaria expansiva con un fuerte efecto sobre el gasto interno. En resumen, de insistir el Gobierno en su posición los efectos de corto plazo de su política fiscal expansiva serán modestos, señala el economista Jorge González Izquierdo.