Ni porque está en los últimos meses de su mandato el presidente de la República Alejandro Toledo deja de llegar tarde a una actividad. Dos horas lo esperaron ayer los pobladores de cuatro asentamientos humanos de San Juan de Lurigancho para ser testigos de la promulgación de un decreto que reglamenta la permuta de terrenos del Estado en su favor. Incluso, un incrédulo vecino le pidió al mandatario que leyera todo el documento y así se hizo. Durante su discurso, el mandatario anunció que en unos días volvería para colocar la primera piedra de la futura universidad del distrito. También ofreció pistas y veredas para Canto Grande.Tan emocionado estaba que hasta dijo que le gustaría regresar para entregarles sus títulos de propiedad, continúe o no en el cargo. "Ojalá me esperen con cuyes, papas y mote", bromeó.