Argentina y México están embarcados en sendas reformas de su sector energético y de hidrocarburos en particular. Cada uno lo hace desde diferentes ángulos, pero, sin duda, ambas reformas apuntan casi toda la artillería en una sola dirección: cómo atraer capital internacional de riesgo al sector de hidrocarburos en exploración y explotación.A continuación un análisis de datos del 2009 al 2013 y que son una tendencia ya marcada desde hace casi una década. Esto muy a pesar de que tienen grandes empresas estatales como son Pemex e YPF, y cuentan con gran potencial geológico.Analicemos a México. La producción nacional de petróleo declinó de 2.6 millones de barriles por día (MMBPD) a 2.5 MMMBPD, un 3% en estos cuatro años. La producción nacional de condensados y líquidos asociados al gas natural también continúa en declinación y bajó de 370 mil barriles por día (MBPD) a 360 MBPD, es decir, otro 3%.Las importaciones de derivados de petróleo fueron en sentido contrario. El año 2009 se importaron 519 MBPD y al año 2013 estas crecieron a 603 MBPD, un incremento de 14%. La producción de gas natural corre la misma suerte. La misma cayó en 10% entre el 2009 y 2013 y pasó de 27 millones de metros cúbicos por día (MMMCD) a 180 MMMCD. Mientras las importaciones de gas natural, tanto por ducto de USA y de GNL, se incrementaron en 42% y subieron de 37.8 MMMCD a 65.6 MMMCD.El caso argentino es más patético aún. La producción de petróleo declinó 10% del 2009 al 2013 y se fue de 623 MBPD a 559 MBPD. La producción de gas natural se redujo de 133 MMMCD a 114 MMMCD, un 14% en los cuatro años.Las importaciones de derivados de petróleo subieron de 42.1 MBPD a 60.9 MBPD, un alza de 31%. De la misma manera la importación de gas natural por ducto de Bolivia y de GNL se incrementó de 7.2 MMMCD a 31 MMCD, un notable 76% de incremento en estos cuatro años.Cada vez se exportaba menos y cada vez se importaba más con un fuerte impacto en las arcas de los estados. Pero lo anterior no acontecía porque no había potencial geológico, sino que Pemex e YPF carecen de los recursos económicos, financieros y tecnológicos para acceder por sí solas para afrontar desafíos de riesgo en aguas profundas del golfo de México y de shales en Vaca Muerta, donde se concentran gran parte de los esfuerzos exploratorios.Es de esperar que las reformas que se agitan en los dos países tengan el éxito esperado y que el capital internacional junto a sus empresas YPF y Pemex (bien manejadas y lo más lejanas poder político), puedan dar más autosuficiencia y mejores ingresos por exportaciones en hidrocarburos en el futuro.Esto no debe implicar que ambos países no fomenten otras áreas de la economía donde con ciencia, tecnología e innovación, se puede exportar al mundo muchos otros productos y servicios con mucho más valor agregado, señala Álvaro Ríos Roca Socio Director de Gas Energy.