La decisión del Gobierno de mantener la distribución tradicional de las utilidades del 2005 no soluciona el problema generado por la nueva interpretación que hizo Sunat a la forma en que se calculan las utilidades de los trabajadores y que implicaba un recorte para los empleados, una mayor recaudación para la entidad tributaria y más utilidades para los accionistas de las empresas, manifestó la presidenta de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Graciela Fernández-Baca. "Se requiere que el Congreso de la República modifique el artículo 4 del decreto legislativo 892, y precise que los porcentajes de utilidades que corresponden a los trabajadores se calculan sobre la renta neta, luego de deducir las pérdidas de años anteriores y antes de obtener la renta imponible que sirve de base para el pago del Impuesto a la Renta a cargo de las empresas", señaló.