La razón de los constantes pedidos del ministro de Comercio Exterior, Alfredo Ferrero, para que el actual Congreso debata el Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU., es la inversión de más de US$200 mil que ha efectuado el Gobierno en los pasajes y viáticos de los parlamentarios que participaron en las rondas de negociaciones con el objetivo de que conozcan el tema en profundidad."Si los actuales congresistas no debaten el TLC, deberían irse a sus casas mañana mismo", ha llegado a declarar el titular del Mincetur, visiblemente ofuscado por la 'lavada de manos' que pretenden hacer algunos parlamentarios. Fueron 42 los legisladores que no dudaron en viajar a las distintas rondas de negociación en el extranjero, cuando era el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) el que pagaba el cheque.