La eficiencia en la administración pública sí es posible. Así lo demuestra el Premio Buenas Prácticas Gubernamentales que, por segundo año consecutivo, se alista a galardonar a las entidades que promuevan la modernización y la transparencia en nuestro alicaído aparato estatal.Todo indica que la experiencia del año pasado cumplió sus metas largamente. Prueba de ello es que en esta segunda edición se ha ampliado el número de categorías de premiación, señal positiva de que el concurso ha comenzado a tener el efecto multiplicador que se esperaba. Como ha explicado Beatriz Boza, directora ejecutiva de la Asociación Ciudadanos al Día, organizadora del premio, de lo que se trata es que las buenas prácticas sean imitadas y así consolidar nuestra institucionalidad democrática. Promover la eficiencia es trabajar a favor de la postergada reforma del Estado.Debe resaltarse el apoyo que este certamen anual recibe de diversas entidades, como la Defensoría del Pueblo, la Corporación Internacional de Finanzas, entre otras. Para El Comercio, que se suma a esta iniciativa, es alentador colaborar en un proyecto que, en definitiva, revalora la función pública.