La carrera por producir combustibles más limpios a partir del 2016 sería ganada por Repsol y perdida por Petro-Perú, pese a que la estatal arrancó con antelación (en mayo pasado) la modernización de la refinería de Talara, proyecto de US$3.500 millones.Según el ministro de energía y minas, Eleodoro Mayorga, la española ha iniciado ya la modernización de su respectivo complejo refinero: La Pampilla, el otro gran jugador en el mercado de producción y comercialización de combustibles peruano."Repsol ya arrancó su proceso para quitar el azufre de los combustibles y tiene intenciones de desarrollar unidades de conversión profunda, como las de Talara, para la producción de crudo pesado. Hace poco estuvo aquí (en el Minem) el nuevo representante de Repsol para anunciar que tienen opciones de crecimiento con nuevas inversiones en su refinería", anunció el titular del sector a Día_1.En efecto, la española centrará sus esfuerzos en desulfurizar los combustibles que produce, antes de pasar a la etapa de producción de crudo pesado. Esto le dará una enorme ventaja sobre Petro-Perú, que planea implementar ambas operaciones al mismo tiempo, por lo que se demorará cuatro años (hasta 2019).