El gobierno confía en que el lote 76 (Madre de Dios), cuya exploración arranca en noviembre, abastecerá al gasoducto sur peruano con ingentes reservas de gas. Lo que no habría advertido es el reto logístico que implica su desarrollo. Separado de Camisea por el Manu, su operador (Hunt Oil) no podría acceder al "hub" que se avizora en Malvinas, sino que debería construir su propio ducto y planta de fraccionamiento. Vaya tarea la que le esperaría.