El pedido que el ministerio de Energía y Minas hizo semanas atrás a Pluspetrol, para modificar la fórmula de ajuste del precio del gas natural establecido en el contrato de Camisea (lote 88), ha puesto sobre el tapete la conveniencia o no de renegociar el acuerdo. Esta fórmula, que originó un alza de las tarifas en enero último, utiliza como referente la cotización internacional del residual, punto que se busca revertir.El tema divide a los partidos políticos. No todos apoyan la renegociación, según pudo comprobar La República. Valentín Paniagua, el candidato presidencial del Frente de Centro, inició el debate y planteó, semanas atrás, la renegociación para evitar que los reajustes de precios afecten la economía del sector productivo y de los usuarios. La posición es compartida por Héctor Béjar, jefe del plan de gobierno del Frente Amplio de Izquierda, para quien es necesaria una renegociación transparente. Béjar no cree que los inversionistas se asusten o piensen que se les está cambiando las reglas de juego, además, ellos necesitan también del gas. Su partido plantea la revisión de este y otros contratos.Alan García, líder del Apra, considera imperativo conversar con la empresa y buscar una renegociación de la fijación de los precios. Enrique Cornejo, jefe del plan económico del Apra, precisa que lo fundamental es debatir la matriz energética y qué rol cumple el gas en ella.