DENUNCIARÁN ANTE EL OCMA A JUEZ POR FALLO BENÉVOLO A FAVOR DE TOLEDO
23 de febrero de 2006

Si alguien es enjuiciado por engañar, dopar y violar sexualmente a otra, desde ahora ya no tiene que preocuparse pues si no tiene antecedentes policiales o judiciales, cuenta con un domicilio fijo y no entorpece la investigación del caso podrá seguir caminando libremente por la calle. Por lo menos así lo entiende el juez penal Adolfo Farfán Calderón, quien ayer libró a Miguel Toledo, el sobrino del jefe del Estado que violó a la joven Miledi Rojas en el 2004, de ir a prisión tras condenarlo a solo cuatro años de prisión condicional.Sin embargo, dicho juez se olvidó, por lo menos no aparece en las siete páginas de su sentencia, que Toledo sí entorpeció, y a veces sin justificación alguna, la investigación que se le seguía.En el 2004, para comenzar con los ejemplos, no se presentó al despacho de la jueza María Grados, entonces encargada del caso, para ser interrogado por dopar y violar a la joven. Solo lo hizo cuando la magistrada estuvo a punto de ordenar su captura.Luego hizo esperar a la misma magistrada y a Miledi Rojas, quienes debían dar inicio a la confrontación entre el agresor y la agraviada. El careo se frustró en una segunda ocasión.La pregunta, entonces, cae por su propio peso: ¿Por qué el juez Adolfo Farfán Calderón dijo que "el encausado contribuyó con la actividad probatoria"?Cuando no lo hizo, según los ejemplos narrados anteriormente. Peor aún, en la sentencia, redactada ayer en poco más de cinco horas, no mencionó que Toledo se fugó y que se burló de las autoridades judiciales.Por este motivo, su abogada Dora Garrido denunciará, ante la Oficina de Control de la Magistratura (OCMA), al juez Farfán por no evaluar adecuadamente las pruebas contra el inculpado.