El directorio de Centromín Perú rechazó ayer las versiones propaladas por la empresa Doe Run Perú, que en días pasados afirmó haber reducido en más de 34% las emisiones de chimenea del Complejo Metalúrgico de La Oroya, así como también haber reducido el nivel de efluentes al río Mantaro en 76%, en comparación con el año 1994.Según la empresa estatal, esta información pretende mostrar que las prácticas ambientales que emplea actualmente la empresa (a cargo del complejo desde el año 1997) son mejores que las que ellos emplearon cuando estuvieron a cargo de la operación.Por ello, la entidad aclaró algunos puntos sobre su responsabilidad con los pasivos ambientales de La Oroya y señaló que "la información difundida por Doe Run debía ser probada técnicamente, pues hay evidencias que indicarían lo contrario".Juana Castillo, gerenta general de Centromín, señaló a El Comercio que las responsabilidades de cada parte están establecidas en el contrato de transferencia del Complejo Metalúrgico de La Oroya, y que según ese mismo documento la minera asumió hacerse cargo del manejo de algunos pasivos, por ejemplo de algunos depósitos de residuos (para no construir sus propios depósitos).