EL "SHALE GAS" NO ES UN OBSTÁCULO PARA LA PETROQUÍMICA
4 de agosto de 2014

La puesta en marcha del gasoducto sur peruano (GSP) ha reavivado los planes de Braskem para construir un polo petroquímico en el Perú. La brasileña asegura que el proyecto es factible, pese a la competencia del ‘shale gas’ estadounidense (más barato que el gas convencional) y las dudas en torno a la existencia de reservas de gas y líquidos suficientes en Camisea y alrededores. Sergio Thiesen, director superintendente para América Latina de Braskem, asevera que los problemas del proyecto son otros. Su explicación, en la siguiente entrevista.¿La luz verde al gasoducto sur peruano (GSP) los acerca al objetivo de desarrollar la petroquímica?Ciertamente. El proyecto dependía de ciertos supuestos, y uno de ellos era la existencia de un gasoducto que transportara la materia prima hacia la costa. Con el GSP tenemos la posibilidad de obtener un contrato de suministro de gas en condiciones competitivas de, por lo menos, 20 años, que es lo que exige este tipo de proyectos. ¿Entonces, el proyecto está en marcha?Sí. Ahora hay una nueva etapa. Hay cosas que necesitan ser discutidas y resueltas, pero entramos a una coyuntura más razonable, porque antes el productor nos decía: Muy bien. Te vendo, pero ¿cómo te vas a llevar el gas, en baldes o en bolsas de plástico? ¿Cuántos trillones de pies cúbicos (TFC) de gas necesitan para echar a andar el proyecto?Ahora mismo existen reservas suficientes en los lotes 88, 56 y 57 (13 TFC) para los consumidores de Lima, la exportación a cargo de Perú LNG y la petroquímica. Con ese volumen sería posible separar en Malvinas cantidades suficientes de etano y enviarlas al sur para una planta de escala mundial (1 millón de toneladas). El desarrollo del lote 58 acrecentará los volúmenes de gas y etano para el proyecto. Las reservas no son el problema.¿Cuál es el problema?Dependerá mucho de voluntad y ganas de hacer.

  • [El Comercio,Pág. 18-19 Día1]
  • /