El Proyecto Camisea es sin duda el mayor emprendimiento energético realizado en la historia del Perú, hasta hoy, no solo por la cifra que comprometió su construcción (US$ 1.700 millones) o por sus dimensiones (un ducto de 730 km que recorre selva, sierra y costa), sino fundamentalmente por su aporte en el cambio de la matriz energética del país.Ubicado en la Amazonía peruana, la sola negociación de su contrato ha abarcado cuatro gobiernos y hoy se celebra en la planta de Malvinas, Cusco, los 10 años del inicio comercial de Camisea con la presencia del presidente Ollanta Humala. Para dar cuenta del inicio del Proyecto Camisea debemos remontarnos a 1981 cuando se suscribió el contrato de operaciones petrolíferas por los lotes 38 y 42 con la Shell, pero es entre los años 1983-1987 que se descubren los yacimientos de gas de Camisea.Durante la década de los noventas se evaluó retomar los yacimientos de Camisea, tras lo cual se suscribe el denominado "contrato del siglo", en mayo de 1996, entre el consorcio Shell-Mobil y Perupetro.Dos años después el consorcio Shell-Mobil decidió no continuar con el Perú y el contrato quedó resuelto, habiéndose invertido US$ 500 millones en el Lote 88 y cerca de US$ 90 millones en el Lote 56.