Luego que la Confederación Nacional de Palmicultores y Empresas Industriales de Palma Aceitera (Conapal) advirtiera que se pretendía cambiar la norma técnica del biodiésel, afectando a la industria peruana y beneficiando al biodiésel de soya importado desde Argentina, la controversia parece tener una luz al final del túnel.Según el ministro de Agricultura, Juan Manuel Benites, luego de reuniones con diversos gremios vinculados a este sector, en las que también participaron los titulares del Produce y el MEM, se llegó a la conclusión de dejar en stand-by la modificación. "La decisión iba a complicar la posibilidad de operación de algunas empresas que están haciendo biocombustibles en el Perú a base de palma, y por ello se decidió que si no había claridad sobre la pertinencia de la norma en este momento se la dejara en la congeladora", anotó.