El 14 de junio el premier René Cornejo comprobó en Andoas que los indígenas que moran en las cuencas del Pastaza, Corrientes, Marañón y Tigre ya no creen más en las promesas de los gobiernos ni de las empresas petroleras, porque muchos acuerdos fueron incumplidos e importantes actas de entendimiento no se honraron.Ese día, los cerca de mil comuneros del Pastaza, que estaban en movilización desde el 1° de junio, dijeron al presidente del Consejo de Ministros que no aceptaban ofrecimientos sino soluciones concretas a sus demandas. Cornejo insistió en la voluntad del gobierno de atender sus problemas y dijo que esta vez sus exigencias sí iban a ser satisfechas. Para los indígenas, lo expresado seguía siendo un ofrecimiento. La movilización prosiguió.Cinco días después, el 19 de junio, Cornejo volvió a Andoas acompañadode un equipo de funcionarios de diferentes sectores ministeriales. Su propuesta era reiniciar de inmediato los trabajos de la Comisión Multisectorial creada para desarrollar las cuatro cuencas loretanas, y que había sido suspendida el 28 de mayo cuando Pluspetrol se negó a firmar el reglamento de dicha comisión.