El primer ministro, Pedro Pablo Kuczynski, salió con la espada desenvainada y arremetió contra algunos empresarios, a los que acusó de tener una "actitud genuflexa" ante gobiernos o ante probables gobernantes con la esperanza de conseguir prebendas futuras.Como una prueba de esa posición citó la reacción empresarial frente a la propuesta humalista de reducir el IGV de 19% a 10%. "Ha habido, por ejemplo, una reacción de la Confiep a esta idea de reducir el IGV a más o menos la mitad y han dicho que esto sería una cosa maravillosa. Claro que han puesto unos peros y cosas por el estilo, pero hay que tener cuidado, aquí nadie es un santo, salvo en la iglesia. En otros sitios no hay santos", refirió. Kuczynski consideró que la mayoría de empresarios son muy responsables, pero que siempre hay una tendencia en ese sector a pedir "más de la cuenta" y a exigirle al gobierno que solucione problemas que a veces no le corresponden.