CREEMOS UN FONDO DE INVERSIONES EN LOTERÍAS
15 de febrero de 2006

La reciente aprobación en la Comisión Permanente del Congreso del proyecto de ley que bajo un nombre rimbombante y vendedor exonera a Petroperú de los controles del SNIP y del Fonafe, y que, además (como si lo anterior fuese poco) pretende asignarle las funciones y recursos de Perupetro (que en el 2005 tuvo ingresos por US$542.5 millones y firmó 15 contratos nuevos de exploración) debe analizarse junto a otras medidas recientes de finales de este Congreso y gobierno. Me refiero al (1) proyecto de ley que pretende exonerar a las AFP de atender a los pensionistas de pequeños fondos acumulados, permitiendo y subsidiando su migración al SNP, con lo cual las AFP no tendrían los costos relativamente altos de administrar fondos pequeños de pensionistas con bajos ingresos (y de paso se impone al presupuesto nacional una carga superior a los dos mil millones de dólares a valor presente), (2) la ley ya promulgada que dicta que no sean aplicables a los contratos vinculados a la construcción de la Interoceánica Sur ninguno de los controles previstos para la contratación de empresas privadas con el Estado, (3) la postergación de la licitación para la concesión del Muelle Sur en el Callao, y, (4) y (5), los avales otorgados para la construcción de las represas de Angostura en el Sur y Olmos en el Norte. Visto todo en conjunto, resulta evidente que el gobierno y el Congreso, más el Congreso es verdad, estarían aflojando en lo que hasta ahora fue una relativamente responsable conducta económica. En esta línea de acción, ya que los ciudadanos no podemos impedir estas metidas de pata con nuestros recursos, quiero proponer una idea que podría mitigar el impacto negativo de estas medidas, en particular la de Petroperú, por ser la más riesgosa: Creemos, por ley, un Fondo de Inversiones en Loterías. Los recursos pueden provenir de los fondos que deberán transferirse al SNP por concepto de los fondos de los peruanos que decidan acogerse al subsidio pensionario del Estado, y para evitar que el riesgo de la inversión se concentre en una sola lotería (como en un solo pozo de exploración petrolera), se puede repartir el fondo en inversiones entre las ocho loterías existentes: Gana Diario, La Grande, La Tinka, Kábala, Rapitinkas, Loterías de Lima y Callao, y Lotto. No debemos dudar de que entre los parientes de los señores congresistas debe haber personal suficientemente calificado y con experiencia para integrar el Comité de Inversiones del Fondo, y que los gastos de administración del mismo deben ser considerablemente inferiores a los altos costos de exploración petrolera, o de mantenimiento de un muelle (el 5) a todas luces obsoleto. De esta forma, con suerte, los cientos de millones de dólares de los fondos de pensión que administra el Estado estarían mejor invertidos -en el Perú en soles-, con menor riesgo que entregárselos a funcionarios de una empresa sin accionistas, sin controles, y sin capacidad técnica. Esta propuesta calza con la línea reciente de un Estado inversor, y minimiza el riesgo para todos. Es mi contribución, señala el empresario José Chlimper.