La compañía Repsol YPF expresó ayer su molestia al gobierno boliviano por las críticas que recibieron en los últimos días, pero a la vez anunciaron la asociación con el Estado en varios proyectos con una inversión de 150 millones de dólares.Durante una reunión entre el titular de la compañía en Bolivia, Julio Gavito, y el presidente de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Jorge Alvarado, el primero hizo saber que se encontraban "muy molestos" con unas declaraciones de Alvarado sobre un supuesto contrabando de combustible cometido por una sucursal de Repsol YPF.Gavito también señaló que no tienen nada que ver con un supuesto complot contra el gobierno boliviano en el que, según el presidente, Evo Morales, están involucradas algunas petroleras. Según el ejecutivo, la empresa española "quiere quedarse en Bolivia".