Más de 70 hectáreas de flora y fauna, incluidos los peces de los ríos, han sido gravemente afectados por la actividad de los pequeños mineros, quienes artesanalmente explotan el oro de los ríos cercanos a la campiña del centro poblado de Camanti (Quincemil), en la provincia de Quispicanchis, al sur del Cusco.Tal ha sido la ambición por el oro, que hasta el lugar se han trasladado también algunos mineros de los lavaderos de oro de Huaypetue, quienes aducen tener licencias de concesión.Según la alcaldesa, Martina Serrano, los daños irreversibles al medio ambiente y al sistema ecológico en todo el distrito han sido ocasionados en parte por el Instituto Nacional de Concesiones y Catastro (INACC).La funcionaria asegura que la búsqueda de oro, y con ello la destrucción de los recursos, no tiene cuando acabar, pues los artesanos están amparados por la concesión que les da el Estado. Serrano también señala como cómplices de esta situación a los funcionarios del Ministerio de Energía y Minas.