INVASORES SE ADUEÑAN DE TERRENOS ALEDAÑOS A NUEVA PLANTA DE CAMISEA
30 de enero de 2006

Sobre el árido desierto y las ondulantes dunas que se dibujan entre los kilómetros 165 y 168 de la carretera Panamericana Sur, en el mismo límite de las provincias de Chincha y Cañete, han surgido desde el año pasado dos invasiones que colindan peligrosamente con lo que será la nueva planta de licuefacción del gas de Camisea, cuyos trabajos los inició el consorcio LNG del Perú hace dos semanas. El conjunto de precarias casas, levantadas de manera improvisada con palos y esteras, se extiende a los dos lados de esta carretera y, aunque ambas invasiones ya fueron demarcadas en lotes de 500 y mil metros cuadrados e inclusive bautizadas con sugestivos nombres, lo cierto es que ninguno de los ocupantes ocupa y vive en los predios invadidos.