La petrolera OGX del atribulado millonario brasileño Eike Batista solicitó protección judicial frente a sus acreedores, en la mayor bancarrota corporativa en la historia de América Latina, dijo a Reuters una fuente con conocimiento de la situación. El pedido de bancarrota, que fue confirmado por el tribunal de Río de Janeiro, llega después que OGX fracasó en alcanzar un acuerdo con sus acreedores para renegociar parte de sus deudas por US$ 5,100 millones. Portavoces de OGX declinaron comentar sobre la decisión. Pero el procedimiento abre un nuevo capítulo en el derrumbe del imperio industrial de Batista, que ha sido desmembrado en los últimos meses por el empresario brasileño después que decepcionantes resultados en sus pozos de petróleo mar adentro provocaron una crisis de confianza entre los inversores.