UN PASE DE VUELTAS
17 de enero de 2006

Lo normal en una elección de dos vueltas como la que rige en el Perú es que, en la primera, los ciudadanos opten por el candidato de sus preferencias y, en la segunda, cuando ya solo quedan dos postulantes, se escoja por la opción 'menos mala' o por la que genere menos miedo o rechazo. Eso es lo normal, pero la particularidad de la elección de este año es que se está produciendo una prematura polarización entre dos candidatos -Ollanta Humala y Lourdes Flores- que concentran juntos, en el momento actual, el 53 por ciento de la intención de voto, y que ofrecen visiones antagónicas respecto de lo que se debe hacer en el país. De hecho, la reciente encuesta de Apoyo ha empezado a producir una especie de adelanto de la segunda vuelta entre los propios políticos, como al secretario general de Acción Popular, a quien se le 'chispoteó' que entonces el Frente de Centro votaría por la candidata de UN. Inmediatamente fue desmentido por el propio Valentín Paniagua, pero parece que algo de eso hay en camino. La encuesta de Apoyo concluye que en una segunda vuelta, Flores derrotaría a Humala (46/39), a Alan García (54/25) y a Paniagua (48/34). Por su parte, Paniagua vencería en esa circunstancia a García (53/25) y a Humala (46/39). Y Humala derrotaría a García (44/29). Así, de acuerdo a la encuesta de Apoyo, Lourdes Flores es la candidata que tendría el mejor desempeño en una segunda vuelta, mientras que Alan García saldría derrotado frente a cualquier de los otros tres postulantes principales de la competencia. Comprensiblemente, como ya se ha dicho, después del 9 de abril el naipe será barajado y repartido de nuevo, en función de las alianzas que a partir de entonces se puedan establecer. Por tanto, pensando en la segunda vuelta, las preguntas relevantes en el momento actual son, por un lado, el tipo de pactos que podrían llegar a concretar los principales candidatos, y, por el otro, la capacidad de liderazgo que estos puedan ejercer sobre sus votantes en la primera vuelta para inducirlos a inclinarse por el postulante que ellos les indiquen.